Las Diputaciones Forales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa vienen trabajando desde hace meses de forma conjunta con el sector forestal y con el Gobierno Vasco para tratar de controlar el avance del hongo responsable de la enfermedad conocida como banda marrón en los pinos de los tres territorios. Este hongo está afectando con mucha virulencia a las plantaciones de esta especie, con un comportamiento expansivo desconocido hasta el momento. Se trata, por tanto, de una situación inusual ante la cual las instituciones forales han reaccionado desde la detección de las primeras afecciones.
La excepcionalidad de la situación ha hecho necesario el establecimiento, ya en octubre de 2017, de un Grupo de Trabajo Asesor Forestal que se ha reunido en octubre de 2017 y en enero, abril, julio y septiembre (hoy mismo) de este año. En dicho grupo participan, junto con las Diputaciones Forales, el Gobierno Vasco, Neiker y Baskegur (esta última asociación en representación tanto de los propietarios de masas forestales como del sector transformador de la madera). En el seno de este grupo se han venido abordando todas las cuestiones referidas al control de esta enfermedad y las alternativas posibles para frenar su avance.
Ante esa contingencia, se está trabajando en diferentes ámbitos en todos los territorios, principalmente en cinco líneas de actuación: el monitoreo de las zonas afectadas y el seguimiento de la expansión de la enfermedad; la investigación y experimentación con productos fungicidas en parcelas públicas establecidas a tal fin; la recogida de piñas de ejemplares que se han mostrado resistentes a la enfermedad para su reproducción y multiplicación; la búsqueda de especies alternativas de pino que ofrezcan resistencia a la banda marrón y se adapten bien al medio en la CAV, y el establecimiento de líneas de ayudas orientadas a paliar los daños económicos que este hongo está causando al sector.
En cualquier caso, ese control de la enfermedad se ve dificultado por dos razones fundamentales: la inexistencia de un tratamiento con garantía de efectividad y la falta de un tratamiento para prevenir la infección de los ejemplares no afectados que cuente con garantías de efectividad y que cuente con la preceptiva autorización para su uso por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa quieren mostrar además su compromiso por seguir trabajando junto con el sector forestal, tal y como vienen haciendo, para garantizar la sostenibilidad y el desarrollo de este sector tan importante para nuestros territorios desde el punto de vista social, ambiental y económico.
Situación y actuaciones desarrolladas en los tres territorios
En concreto, Álava viene manteniendo durante esta legislatura reuniones trimestrales con Baskegur en las que se analiza la evolución de la enfermedad y se plantean alternativas para luchar contra ella.
Durante la Asamblea de la Asociación de Forestalitas de Álava, celebrada en Amurrio el 9 de junio, técnicos del Servicio de Montes de la Diputación Foral de este territorio informaron a los propietarios forestales sobre la evolución de la banda marrón y las labores de prospección y muestreo realizadas en el monte.
La comunicación con el sector ha sido constante, informando y asesorando a través del guarderío a los propietarios forestales sobre las medidas silvícolas contempladas en el Plan de Ayudas para contener y minimizar en lo posible el riesgo de contaminación (clareos, limpiezas,…). Y la Diputación sigue trabajando con el sector para avanzar en las medidas preventivas y de lucha contra la enfermedad.
La Diputación Foral de Bizkaia, por su parte, ha venido desarrollando acciones de contingencia desde que se tuvo conocimiento de las primeras afecciones por este hongo en zonas del este del territorio. En los meses de enero y febrero de este año, se realizó una primera prospección para conocer la superficie que estaba afectada por esta enfermedad, una prospección que se repitió en el mes de julio, cuando se determinó que la afección alcanzaba las 16.000 hectáreas.
Paralelamente a estos trabajos, se han venido realizando analíticas en el laboratorio de sanidad vegetal dependiente del Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural con el objetivo de determinar las cepas de los hongos causantes de la enfermedad y se han establecido unas parcelas de terreno propiedad de la Diputación para realizar ensayos con tratamientos fungicidas para conocer la viabilidad de uso de estos productos para actuar contra la banda marrón. Del mismo modo, se han recogido piñas de pies resistentes a la enfermedad para su reproducción y multiplicación y se han enviado a Neiker para obtener material que sirva para la reproducción vegetativa y la obtención de ejemplares de Pino Radiata resistentes a la enfermedad.
Al tiempo que se desarrollaban estos trabajos de investigación se han adoptado también medidas para amortiguar los daños económicos que está produciendo esta enfermedad a las personas profesionales del sector. El personal técnico del Servicio foral de Montes ha venido prestando asesoramiento y ha tramitado permisos de corta y eliminación de masas forestales afectadas. Unas cortas sobre las que se han emitido informes de afección para que sus propietarios y propietarias pudieran obtener las ayudas que compensan las pérdidas sufridas por la corta de pinares de menos de 25 años (es decir, que se han tenido que cortar antes de la edad habitual para ser talados e introducidos en el mercado).
En este sentido, el Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural estableció un decreto de ayudas cuyo plazo de solicitud ya ha finalizado y que contemplaba compensaciones por un importe global de 1,4 millones de euros. En estos momentos, se está elaborando un nuevo decreto de este tipo que incluirá, además de las ayudas para la corta de pinares afectados de menos de 25 años, una línea para la recuperación de las zonas infectadas por esta enfermedad.
A lo largo de este año, además, se han venido desarrollando reuniones tanto con vecinos y vecinas de las zonas afectadas como de coordinación entre las Diputaciones Forales y el sector, incluidas la Asociación de Forestalistas de Bizkaia, a la que se ha informado en todo momento de los pasos que se iban dando.
En esas reuniones se ha informado sobre las especies arbóreas alternativas más resistentes a esta enfermedad. Siguiendo esta línea de trabajo, además, la Diputación Foral de Bizkaia ha suscrito un convenio con el Instituto de Investigación Agronómica de Francia (INRA) para que este último transfiera a nuestro territorio material genético de una colección de clones de diferentes variedades de una especie de pino, la Criptomeria japónica, que ha demostrado ser resistente a la enfermedad y que se adapta bien a las condiciones en Bizkaia, por lo que podría ser una alternativa a las especies plantadas hasta ahora. Los ejemplares cedidos por el INRA se plantarán en una serie de parcelas de titularidad foral este próximo invierno.
En el caso de Gipuzkoa, la Diputación Foral viene trabajando desde el arranque de la presente legisltura (la enfermedad afectó primero a este territorio) en el desarrollo de diferentes medidas, que han incluido la corta de pinos adultos y el establecimiento de ayudas para la reforestación, la corta de pinos afectados por la enfermedad y ayudas para la plantación de nuevos pinos, ayudas para el tratamiento de la enfermedad, la realización de tratamientos aéreos para prevenir la procesionaria y evitar así un debilitamiento de los pinos que los hiciera más vulnerables a la banda marrón…
Gracias a estas medidas, que se han llevado a cabo incrementando notablemente el presupuesto de las convocatorias de ayudas a la propiedad forestal, se han impulsado nuevas plantaciones, pero esto no ha conseguido frenar el avance de la enfermedad. Por eso, la Institución foral guipuzcoana va a seguir trabajando principalmente en dos direcciones: promoviendo nuevas plantaciones de especies resistentes a esta enfermedad y estudiando medidas contra la misma para su aplicación. En los casos en los que los pinos se hayan secado y la única opción es la replantación, la Diputación Foral de Gipuzkoa dará ayudas para la tala y plantación de nuevas especies y en los casos en los que se esté aún a tiempo, se tratarán con medidas que se demuestren efectivas para hacer frente a la enfermedad, como por ejemplo aplicar tratamientos que se realizan en otros lugares, siempre que la ley lo permita.