InicioCulturaAmerican Primeval una apuesta cruda para recordar cómo era el viejo Oeste

American Primeval una apuesta cruda para recordar cómo era el viejo Oeste

La última propuesta de Netflix para el género western llega con un sello distintivo: la violencia descarnada como vehículo narrativo. «American Primeval», ha sido estrenada recientemenete, no solo representa la ambiciosa visión de Pete Berg sobre la expansión hacia el Oeste americano, sino que se establece como un testimonio brutal de la verdadera naturaleza humana en condiciones extremas.

La crudeza de la serie, lejos de ser gratuita, funciona como la columna vertebral de la narrativa visual. Berg, cuya trayectoria en el cine bélico («Deepwater Horizon», «Lone Survivor») ya anticipaba este enfoque, utiliza la violencia explícita no como mero recurso efectista, sino como herramienta para desmitificar la romántica visión del Oeste americano. Cada escena de brutalidad está cuidadosamente calibrada para subrayar la fragilidad de la civilización en territorios donde la ley aún no ha echado raíces.

Taylor Kitsch, en el papel de Isaac, encarna esta dualidad entre civilización y barbarie con una intensidad perturbadora. Su interpretación, contenida en los momentos de calma y explosiva en los pasajes más violentos, refleja la transformación que el entorno hostil opera en los personajes. La química con Berg, forjada en proyectos anteriores, permite al actor moverse con soltura en escenas que exigen tanto destreza física como profundidad emocional.

Betty Gilpin construye un personaje que navega por este mundo de violencia desde una perspectiva única, ofreciendo un contrapunto necesario a la brutalidad masculina predominante. Su actuación, junto a la de Kyle Bradley Davis, añade capas de complejidad a una narrativa que podría haberse limitado a ser un simple ejercicio de violencia gráfica.

El guion de Mark L. Smith abraza la crudeza como elemento definitorio de la época. Cada diálogo, cada confrontación, está impregnada de una tensión que amenaza con estallar en cualquier momento. La violencia aquí no es un recurso ocasional, sino el lenguaje natural de un territorio donde la supervivencia es la única ley reconocible.

La fotografía de Gyula Pados potencia esta atmósfera de amenaza constante. Su cámara no aparta la mirada en los momentos más brutales, pero tampoco se regodea en ellos. Los paisajes, magníficamente capturados, actúan como testigos silenciosos de la barbarie humana, creando un contraste sobrecogedor entre la belleza natural y la fealdad de las acciones de los personajes.

Si algo destaca ya de la serie es su brutalidad que se desarrolla de forma magistral en sus secuencias de acción, coreografiadas con un realismo que resulta tanto impactante como necesario para la historia. Berg demuestra su maestría en estas escenas, dotándolas de un peso dramático que trasciende la mera espectacularidad.

El diseño sonoro merece mención especial por su contribución a la atmósfera de tensión constante. La banda sonora, alejada de los clichés del western, subraya los momentos de violencia con una sobriedad que aumenta su impacto emocional.

«American Primeval» destaca por su valentía al mostrar sin filtros la realidad histórica de la expansión hacia el Oeste. Su crudeza, más que un recurso estilístico, es una declaración de intenciones: recordarnos que la construcción de la civilización a menudo se ha cimentado sobre actos de barbarie inimaginable. Muy recomendable

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad